NHLBI encuentra la hostilidad, el riesgo de hipertensión aumento impaciencia
La impaciencia y hostilidad - dos señas de identidad del "tipo A" patrón de comportamiento - aumentar el riesgo a largo plazo de los adultos jóvenes de desarrollar presión arterial alta, según un estudio financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), parte de los Institutos Nacionales de Salud. Además, el más intenso de los comportamientos, mayor es el riesgo.
Sin embargo, otros factores psicológicos y sociales, como la competitividad, la depresión y la ansiedad, no aumentó el riesgo de hipertensión.
La investigación aparece en el octubre 22/29, de la revista The Journal of the American Medical Association. Se llevó a cabo por científicos de la Universidad de Northwestern Feinberg School of Medicine en Chicago, la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania, la Universidad de Alabama en Birmingham, y el Centro Médico de Veteranos de Birmingham.
La investigación es el primer estudio prospectivo para analizar en grupo los efectos de los comportamientos clave de tipo A, la depresión, y la ansiedad sobre el riesgo a largo plazo para la presión arterial alta. Estudios anteriores en su mayoría habían mirado comportamientos psicológicos y sociales individuales, y encontró resultados contradictorios.
"La idea de que un patrón de 'tipo A' comportamiento es" malo "para su salud ha sido por muchos años", dijo el Director Interino Dr. NHLBI Barbara Alving. "Este estudio nos ayuda a entender qué aspectos de ese patrón de comportamiento pueden ser poco saludable.
"La presión arterial alta es una condición complicada", continuó. "Los factores biológicos y dietéticos están implicados en su desarrollo. El estudio sugiere que el comportamiento y estilo de vida juegan un papel en la prevención y manejo de la enfermedad ".
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardíaca, enfermedad renal y la insuficiencia cardíaca congestiva, y el factor de riesgo principal para el accidente cerebrovascular. La presión arterial normal es una presión sistólica de menos de 120 milímetros de mercurio (mm Hg) y una diastólica de menos de 80 mm Hg; presión arterial alta es una presión sistólica de 140 mm Hg o más, o una diastólica de 90 mm Hg o más.
Unos 50 millones de estadounidenses - uno de cada cuatro adultos - tienen presión arterial alta y su prevalencia aumenta claramente con la edad: La condición afecta a alrededor del 3 por ciento de esas edades 18 a 24 y 70 por ciento de las personas de 75 años o más.
"A pesar de la presión arterial alta es menos común entre los adultos jóvenes, la edad adulta joven y principios de la edad media es un período crítico para el desarrollo de la hipertensión y otros factores de riesgo de enfermedad cardiaca", dijo el autor principal Dr. Lijing L. Yan, profesor asistente de investigación de Medicina Preventiva de la Universidad Northwestern. "Investigaciones anteriores en adultos jóvenes es limitada, y nuestro estudio ayuda a llenar ese vacío."
El estudio utilizó datos de coronaria Desarrollo riesgo de la arteria del NHLBI en Adultos Jóvenes estudio (CARDIA), que involucró a 3.308 hombres y mujeres blancos y negros de cuatro áreas metropolitanas (Birmingham, AL, Chicago, IL, Minneapolis, MN, y Oakland, CA) . Los participantes fueron 18-30 edad en el momento de su inscripción en el estudio. La inscripción se llevó a cabo desde 1985 hasta 1986.
Los participantes fueron seguidos hasta el 2000 o 2001, y tenía exámenes físicos periódicos, que incluyeron mediciones de la presión arterial y cuestionarios psicosociales autoadministrados. El quince por ciento de todos los participantes habían desarrollado presión arterial alta por edades 33-45.
Se evaluaron cinco factores psicológicos / sociales: Tiempo de urgencia / impaciencia, logro esforzándose / competitividad, la hostilidad, la depresión y la ansiedad. Los tres primeros son componentes clave del patrón de comportamiento de tipo A y se evaluaron al inicio del estudio; los otros dos comportamientos se evaluaron 5 años más tarde. Los factores fueron evaluados por diferentes escalas basadas en el instrumento psicosocial utilizado, pero, en cada caso, una puntuación más alta significaba que el grado más intenso del comportamiento.
Tiempo de urgencia / impaciencia fue evaluado en una escala de 0 a 3-4. Después de 15 años, los participantes con la puntuación más alta de 3-4 tenían un 84 por ciento más riesgo de desarrollar presión arterial alta y los que tienen el segundo puntaje más alto de 2 tenían un 47 por ciento más riesgo, en comparación con aquellos con la menor puntuación de 0.
La hostilidad se califica en una escala de 0 a 50 y luego clasificar en cuartiles. Después de 15 años, aquellos en el cuartil más alto tenían un riesgo 84 por ciento mayor de la hipertensión y los del segundo cuartil más alto tenían un riesgo 38 por ciento mayor, en comparación con aquellos en el cuartil más bajo.
No se encontró relación significativa para los otros factores.
Los resultados fueron similares para los negros y los blancos, y no se vieron afectados por la edad, el género, la raza, la presión arterial en el momento de la inscripción, o la educación. También mantuvieron independientemente de la presencia de factores de riesgo tales como la hipertensión establecida sobrepeso / obesidad, consumo de alcohol y la inactividad física.
Los investigadores afirman que el aumento de la presión arterial debido a factores psicológicos y sociales puede ser causada por un complejo conjunto de mecanismos y no se entiende bien. Por ejemplo, señalan que el estrés podría activar el sistema nervioso simpático, provocando una serie de corazón y de los vasos sanguíneos repercusiones, incluyendo el estrechamiento de los vasos sanguíneos y un aumento en la presión arterial.
"Este estudio a largo plazo nos ha dado información muy necesaria sobre los efectos de los factores psicológicos y sociales", dijo la doctora Catherine Loria, Oficial de Proyectos CARDIA al NHLBI. "Pero más investigación debe hacerse sobre este tema, sobre todo teniendo en cuenta la amplia prevalencia de la hipertensión arterial en los EE.UU. y el rápido ritmo de nuestras vidas."